La cantidad de accidentes causados por personas que hablan por teléfono mientras conducen, está creciendo en todo el mundo. Los mensajes de texto, llamadas, correo electrónico, redes sociales, etc. pueden perturbar su atención al momento de conducir, causando como consecuencia algún accidente. Y esto no se soluciona con un teléfono “manos libres”. La cuestión es tener la “mente libre” de cualquier otra preocupación que no sea la conducción. Por ello, la ley de tránsito prohíbe su uso al conducir.
Según diversos estudios, el uso del celular es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes. Mientras se habla por teléfono, no se tiene la concentración necesaria para conducir: no se mantiene una velocidad constante, la distancia de seguridad no es suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de reacción aumenta considerablemente entre medio y dos segundos, dependiendo del conductor.
Se informa de igual manera que “tras minuto y medio de hablar por el móvil (incluso manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”.
El peligro que se tiene con el uso del celular al conducir se ha llegado a comparar en un mismo nivel con el peligro de conducir en estado de ebriedad.
Tenemos que ser conscientes al conducir y cuidar no solo nuestra vida, si no también de las personas que nos rodean.